El Cierre de Gestión
- Elegefe
- 15 mar 2017
- 3 Min. de lectura
Hace cinco semanas actualicé el comportamiento de las apuestas mediante un cuadro de elaboración propia que comparaba los montos de los últimos veintitrés (23) trimestres, señalando que con el todavía inconcluso de enero/marzo del 2017 se completarían seis años de gestiones administrativas en el JCP: los dos bienios del 2011/2015 y el bienio actual 2015/2017.
Siendo probable que entre enero y marzo de este año el juego llegue apenas a S/. 20.1 millones, se confirmaría que el “cierre de gestión” sería aun más penoso pues dicho registro trimestral pasaría a ser el peor de los 24 analizados – desplazando a los de abril/junio de los años 2011 y 2016 con S/. 21.2 y S/. 21.4 millones, respectivamente – con el añadido que el monto apostado en el reciente mes de febrero es el más bajo de, por lo menos, los últimos 75 meses.

Cierta vez, Abraham Lincoln dijo que “la demagogia es la capacidad de vestir las ideas menores con las palabras mayores”; tan sencilla como luminosa sentencia es aplicable a la ya institucionalizada escuela de cacareo en el Jockey Club del Perú y, más propiamente, a su mismísimo Presidente quien – consciente inclusive del infortunio que se vive – ha llegado a decir con un obvio tinte electorero que “la Hípica peruana está viva, está pujante y está mejorando”, dejando quijotescamente al margen el deplorable nivel de sus Apuestas.
Basándome en la estimación que he hecho sobre lo que se jugaría en el primer trimestre de este año, sustentaré lo antedicho mostrando el siguiente Cuadro en el que al descomponer los bienios año por año (abril 2011/marzo 2012, abril 2012/marzo 2013, etc.) se señala los montos de las apuestas y la recaudación bruta que por ellas habría obtenido el JCP en millones, tanto en soles como su equivalencia en dólares americanos con tipo de cambio actualizado trimestralmente y que, considero, se explica por sí solo.

Más allá de sus controversias internas, la Asociación de Propietarios de Caballos de Carrera del Perú (APCCP) hizo público un Comunicado en la edición Nº 1310 de “Prismático” (“Cuadro de Inversiones de Propietarios 2016”) por el que dan cuenta de un tosco saldo negativo anual superior a los US$ 12 millones que, con aparente resignación, aceptarían si acaso – como “contrapartida” o “compensación a la afición y cariño al pura sangre de carrera” – se cristalizaran variadas expectativas dentro de las que se involucran las subjetivas y azarosas, con las de cumplimiento racional y obligatorio a cargo del organizador de las carreras, es decir, el JCP.
Como es natural, una importante expectativa se refiere a “que se mejoren los premios” y, es aquí, precisamente, que quiero parangonar las cifras del Cuadro precedente con las publicadas en dicho Comunicado, para hacer notar, desde mi percepción, cuán distante se encuentra la expectación de la fría realidad, pues los volúmenes del juego son, a todas luces, insuficientes para el sostenimiento de la Hípica.
Una demostración simple consiste en partir de la imaginaria hipótesis que si la recaudación bruta total del JCP en el último año de gestión (ver 2016/2017 en el Cuadro) de US$ 8.167 millones, se hubiese destinado a la Bolsa de PREMIOS (US$ 6.043 millones después del 26% de descuentos) habría cubierto, a duras penas, el 75% de los conceptos “pensión promedio, boxes de asociados y gastos en cuentas corrientes” que se señalan (US$ 8.0 millones).
Pero en honor a la verdad, estas cifras tan contrastantes nada de novedoso tienen porque pertenecen a una historia que se repite año tras año. Por ejemplo, ¿no es acaso cierto que los propietarios de caballos recibieron menos soles pero más dólares como Premios en el 2012 respecto al 2016 y que, su Cuadro de Inversiones mostró un saldo menos descorazonador que el actual, mientras que la recaudación bruta residual del JCP fue este año aplastantemente inferior tanto en soles como en dólares debido a su incompetencia para elevar el Juego?
Estando notificados, todos, de la naturaleza de la crisis que, inclusive, advierte que es exagerado intentar mantener en Monterrico a dos millares de caballos, se me ocurre pensar que una buena fórmula sería “tomar al toro por las astas” para que, después de que acuerden cuál debería ser el monto mínimo manejable que garantice la supervivencia de la Hípica nacional, la APCCP y el JCP compartan a plenitud la administración de las Apuestas.
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