El Juego Continúa Pésimo
Promedio de Juego por Carrera
En un articulo anterior dije, con sustento, que las dos gestiones del JCP precedentes a la actual significaron para la actividad hípica el “Ochenio del desastre”, pues las apuestas no sólo se estancaron, primero, y se despeñaron, después, sino que también fueron envilecidas dando lugar – incluidos los endémicos conflictos institucionales – a una mayúscula crisis moral y económica que, según sus propios asociados, la convierte en la peor de su historia.
No obstante, resulta que en el último cuatrimestre (de Mayo a Agosto), pareciera que el juego ha sufrido los efectos de un extraño sortilegio pues ni siquiera ha llegado a alcanzar el paupérrimo e impensable promedio de 39 mil soles por carrera corrida que dejara la anterior Directiva entre enero y abril, y cumpliéndose irónicamente de paso, el aforismo de que “siempre hay un roto para un descosido”.
Del Presidente y del Vicepresidente
Entretanto, y para aumentar la pena, el Presidente del JCP ha insistido en expresiones meramente declarativas que incluyen el haber “interpretado” un imaginario crecimiento en las apuestas, aparte del anuncio -¡por fin!- de la contratación del nuevo Gerente General de quien, muy orondo, ha dicho que se encargaría de gerenciar la riqueza pues el conocimiento hípico lo tiene su Consejo Directivo. Siendo así y mientras esperamos la gestión gerencial, me permitiré opinar que el conocimiento hípico del Consejo Directivo, hasta ahora, no revela muestras de la lucidez necesaria en lo tocante a las apuestas y, por el contrario, infiero que debe haber influido en la marcha y contramarcha del abusivo “reenganche” en la “Cuádruple”, así como en la cacareada e intrascendente “Mulita” y la anuencia para que continúen (como si se tratara de “nuevas” modalidades de apuesta) los denominados, afectadamente, “Dupletón” y “Vale de Oro”.
Por otra parte, y siéndole por el momento tan esquivo el éxito a esta gestión, una declaración del Vicepresidente de la asociación -que estuviera interinamente a cargo de la Gerencia General – ha resultado francamente incomprensible cuando dijo que no le inquietaba mucho que semanalmente se juegue bien sea 1.2 ó 1.4 millones de soles.
Lo desconcertante estriba en que si a partir de hoy y hasta el 31 de diciembre se apostara a la semana la cifra más “alta” (1.4 millones de soles), debería resultarle muy difícil conciliar el sueño de solo saber que la recaudación anual del JCP por este concepto sería un millón de dólares inferior a la que tuvo en su peor año (2018) la mediocre gestión anterior en el que todas las cuentas volvieron a terminar en “rojo”.
Ingresos extra apuestas.
Para poder cumplir con la esencia de la LEY de su creación, al Jockey Club siempre le ha sido posible agenciarse recursos extra apuestas sobre la base del decoro (más de una vez burlado impunemente) en su administración; sin embargo, argumentar que la “solución” de esta colosal crisis está en dichos recursos equivaldría a permitir que quienes hasta con rimbombancia continúan ofreciendo resolver la substancia de los ingresos que son las apuestas, puedan terminar haciendo vitalicio el incumplimiento de sus promesas, máxime si aquellas siguen retrogradando.
El Impuesto a las Apuestas
Un articulista de este semanario, Juan Croniqueur, comentó en la edición anterior que sería un importante estímulo para el sufrido propietario la supresión del pago de boxes y cuyo tema se relacionaría con los impuestos a las apuestas que disminuirían con dicha supresión. Me quiero permitir enlazar el comentario con lo que extraoficialmente sé sobre el impuesto referido en particular, y el cálculo resultante para el año 2019 con estimaciones y ponderaciones personales naturalmente.
La norma establecía que “…la base imponible del impuesto está constituida por la diferencia resultante entre el ingreso total percibido en un mes por concepto de apuestas y el monto total de los premios efectivamente pagados a las personas que realicen las apuestas en el mismo mes…”.
El JCP “logró” dos cosas importantes:
Que la tasa general del impuesto (20%) se rebaje a 12%.
Que “los premios efectivamente pagados a las personas que realicen las apuestas..”, incluyan también a los premios a los propietarios con lo que se reducía ostensiblemente la base imponible.
Para el presente año 2019 y partiendo de estimaciones y proyecciones personales para el cálculo del impuesto, consideraré que se jugarían S/. 72 millones, a los que se restaría para obtener la base imponible “los premios efectivamente pagados a las personas”: S/. 47.2 millones (65.5% del juego), además de S/. 19 millones, estimados, de premios a los Propietarios.
La diferencia resultante (base imponible) sería S/. 5.8 millones, que afectada con el 12% de la tasa, originaría un impuesto anual, redondeado, de S/. 0.70 millones (S/. 700,000).
Lo peculiar está en que, finalmente, el JCP haría ese pago con el aproximadamente 1% del juego total (S/. 720,000) que suman las retenciones que le hace a los apostadores por los conceptos de REDONDEO DE DIVIDENDOS Y BOLETOS ACERTADOS NO COBRADOS (BOLETOS PRESCRITOS).
Moraleja: Si no pagaría impuestos el JCP, ¿por qué no suprimiría el pago de boxes a los Propietarios?
